La lesión, viendola con la perspectiva que da el tiempo, ha sido hasta positiva, salvo por que me ha dejado secuelas. Me ha ayudado a saber repartir mis esfuerzos entre todas las facetas de mi vida, y a no obsesionarme con el atletismo, ni con mis objetivos. Aunque siempre he tenido claro que correr es mi hobbie, en ocasiones le he dado excesiva importancia. Y la lesión ha sido el punto de inflexión para tener claro el lugar que ocupa el atletismo en mi vida.
Con bastante menos volumen que antes de lesionarme he conseguido un pico de forma muy cercano a mis mejores estados de forma de mi vida en pruebas de medio fondo. Es cierto que en pruebas por encima de los 5 kilómetros he estado algo más escaso de base. Este año me ha servido para volver a disfrutar corriendo, y para cambiar mis planes de cara al año que viene. En principio tenía pensado preparar medio fondo este año para ir subiendo poco a poco de distancia y llegar al próximo año con garantías de hacer una gran marca en media maratón. Pero como ya he dicho no será así. Aunque todavía queda tiempo para sentarse y pensar en las pruebas que prepararé la próxima temporada, tengo bastante claro que haré pista cubierta y aire libre como objetivos prioritarios. Alguna media tiene que caer pero seguramente será aprovechando la carga de kilómetros de otoño.
Nunca me ha importado entrenar solo, pero este año he echado mano más a menudo de esta opción. Esto ha sido debido a la complejidad de horarios, pero también a querer ir paso a paso en mi vuelta a un buen estado de forma. De esta manera evitaba que la compañía en los entrenamientos me sacara las "bielas".Y a partir de esta semana en la que ya vuelvo a trotar, toca correr las carreras veraniegas de la provincia de León, aunque tocará sufrir por lo menos en las primeras debido a la inactividad. Este sábado me acercaré hasta Torre del Bierzo donde Gus Silván organiza una gran carrera de 11km por tierra y asfalto.
P.D: me encongtré al que es mi ídolo en Barcelona.
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