Al pan pan, y al vino vino

Arriba un trance en la vida que la pedantería te harta; te agrada en mayor manera que los individuos que lees o escuchas vayan al grano' y no se vayan por los cerros de Úbeda. Cuando la historia es intrascendente, hasta llegar al súmum del discurso vacío, en el que cobra todo su esplendor las florituras por presentar algo bello al ojo humano, ¿nos convertimos en artistas del vocablo, el verso y todas su figuras retóricas?

Dicha propensión, se avitualla, atiborra y realimenta en la globalización de las redes sociales, en la necesidad de pulir la percepción de nosotros mismos que exponemos a nuestros congéneres. Nos acostumbramos a vomitar lo que plasmamos con nuestra escritura con un léxico enrevesado, y lleno de figuras literarias, sin tan siquiera saber el significado de lo que acabamos de caligrafiar. Recapitulando, en una disertación vacía.

Si atesoras una buena historia y tienes algo útil y preciado para contar, ve al grano y haz tu texto valioso para aquel que tiene la fortuna o la desgracia de leerte. 'Al pan pan y al vino vino'.