domingo, 30 de octubre de 2011

Hundiendo la pelota un año más

Tras la última entrada, volví a correr una Media Maratón después del tiempo que marcaba el título de dicha entrada. Esta competición la afrontaba a modo acumulativo, sin embargo las sensaciones en carrera fueron nefastas, con problemas estomacales desde el inicio, y con muy poca soltura en las piernas. Sin embargo el entrenamiento se hizo, y seguí sumando de cara a los objetivos más importantes. Desde entonces el volumen y la calidad de los entrenamientos ha ido en aumento, y en la semana que acaba hoy llegaré a los 130 kilómetros semanales, con 6 semanas ya por encima de los 100 kilómetros.


La semana siguiente habrá que meter un puntito más para acabar el domingo corriéndola VI Carrera del Colegio Peñacorada, con la misma filosofía que la Media Maratón Vía de la Plata, introducir un entrenamiento de calidad más en la semana. Y a partir de la siguiente semana, ya empieza lo realmente importante. Llegará la Behobia-San Sebastián, prueba en la que debuto con mucha ilusión. Sin embargo me sigo sintiendo mediofondista, y no me lo planteo como un objetivo prioritario, me exprimiré al máximo pero sin marcarme metas específicas.

Lo importante para mí, vendrá dos semanas después en los 10 kilómetros de Canillejas (Madrid), donde espero mejorar mi marca personal, y poco a poco ir acercándome a los 30.30. Por último decir que ayer viví la Milla de León desde la barrera, ya que no quería forzar mis isquiotibiales, ni bajar el entrenamiento. Pero lo viví tan intensamente desde la barrera, como lo he hecho muchos años desde dentro de la carrera, ya que los amig@s que competían eran muchos. Ganaron Rober Alaiz y Blanca Fernández. Pero yo por el que más me alegré es por mi amigo Álvaro Gil, que en los metros finales consiguió un meritorio tercer puesto, me quito el sombrero ante él, la bondad personificada. Mención especial a l@s amig@s Diana Martín y David Martínez (ganadores de los 10 kilómetros de León, y segundos ayer), Fernando Lorenzo (millero inagotable), Nacho García e Iván Cánovas (los "cojones" por delante).

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